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CIUDAD DE MÉXICO: Para disminuir síntomas de cirrosis hepática, científicos patentan azúcar del agave.

Fuente: Revista Digial excelsior



La Universidad de Guadalajara, tras una investigación de ocho años; patentó la inulina (azúcar del agave), que disminuye la encefalopatía hepática, es decir, el aumento de amonio en el torrente sanguíneo que afecta al hígado.

La inulina es un carbohidrato o azúcar extraído del agave planta que se produce en Jalisco y la usan como fibra teniendo también diversas propiedades a favor para la salud humana.

Investigadores de esta universidad, han patentado un proceso que hace que el consumo a diario de la inulina, ayude a reducir cualquiera de las complicaciones que tengan los pacientes con cirrosis hepática.

En una investigación que inició en 2010, Mary Fafutis Morris, del Laboratorio de Inmunología del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de esa universidad, explicó que hallaron una sustancia que reduce la encefalopatía hepática, en otras palabras, disminuye el amonio en el torrente sanguíneo que acrecienta las complicaciones para las personas que sufren de cirrosis.

Uno de los efectos para el mal funcionamiento del hígado es la presencia de niveles elevados de amonio, un gas que el cuerpo producido de manera natural, y el hígado no puede descartar, y produce la encefalopatía hepática, efecto conocido por la confusión y postración en los enfermos.

Desde hace algunos años, La planta de agave es usada como complemento de suplementos alimenticios en México.

En la investigación hecha de manera conjunta por Fafutis Morris y Vidal Delgado Rizo, investigador del Laboratorio de Inmunología del CUCS, observaron dos grupos de pacientes. Uno de ellos ingirieron lactulosa, una especie de jarabe comercial que es comúnmente utilizado para disminuir los niveles de amonio y otros utilizó inulina disuelta en agua tres veces al día.

Después de múltiples exámenes de sangre en arterias el primer grupo presentó distensión abdominal y flatulencias a diferencia de los que ingirieron la inulina, este último grupo mostró una mayor diminución de los niveles de amonio que quienes tomaban lactulosa.

La académica aseguró : “Es perfectamente soluble en agua, simplemente es un agua endulzada que se puede tomar y no tiene efectos secundarios, eso fue una de las cuestiones muy importantes en el estudio, que no se observaron efectos secundarios. Por el contrario, se vio que, respecto a la lactulosa, era mucho más benéfica, porque no daba ni inflamación intestinal, ni flatulencias, ni dolor abdominal y podían evacuar mucho más fácilmente los pacientes”.

También confirmó: “que al ser un producto natural, la ingestión de la inulina permite además fortalecer la microbiota intestinal de los pacientes, por lo tanto mejora los lactobacilos, que son bacterias buenas que se encuentran en el sistema digestivo y urinario”.

Asimismo se comprobó que está sustancia vigoriza el sistema inmunológico de los pacientes, por lo tanto mejora su calidad de vida.

Con las reacciones de los pacientes estudiados los investigadores identificaron que el sabor de la lactulosa es más bajo que el de la inulina disuelta, siendo que la lactulosa sea más cara, pues cada frasco cuesta más de 600 pesos.

Los investigadores consiguieron en marzo de este año la patente para el procedimiento para mejorar las complicaciones de la cirrosis hepática, con el cual podrán hacer la transferencia tecnológica a corto plazo.

Por: Alonzo Castro Carbonell

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